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México ratificó la solidez de su sistema de sanidad e
inocuidad, pues cumple con los criterios que establecen organismos
internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal
(OIE, por sus siglas en francés).
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México y Rusia acordaron el intercambio técnico para
homologar los métodos de análisis de sustancias presentes en la carne.
La Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) informó que México
seguirá exportando carne de res y de caballo a la Federación Rusa, a través de
nueve plantas autorizadas que deberán permanecer apegadas en su totalidad a los
protocolos acordados bilateralmente por las autoridades sanitarias de nuestro
país y Rusia.
El titular de la SAGARPA,
Enrique Martínez y Martínez, instruyó a servidores públicos del Servicio
Nacional Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) acudir a Moscú
para sostener una reunión con sus contrapartes de Rusia; como resultado del
encuentro, México ratificó la solidez de su sistema de sanidad e inocuidad,
pues cumple con los criterios que establecen el Codex Alimentarius
(Código de Alimentos) de la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal
(OIE, por sus siglas en francés).
Con ello, México garantiza la
inocuidad de sus productos, el no uso de sustancias restringidas, así como el
cumplimiento a los límites establecidos de productos aprobados y regulados para
la producción animal, tanto para los consumidores nacionales como para sus
mercados de exportación, a través de sus Establecimientos Tipo Inspección
Federal (TIF).
El encuentro, que se efectuó
como seguimiento a la auditoría que había realizado Rusia a las plantas
exportadoras del país del 11 al 22 de marzo del presente año; fue encabezado,
de parte del Gobierno de México, por el director en jefe del SENASICA, Enrique
Sánchez Cruz, y de la Federación Rusa, por el titular del Servicio Federal de
Vigilancia Veterinaria y Fitosanitaria (Rosselkhoznadzor), Eugeny Nepoklonov,
acompañados por el encargado de Negocios de la Embajada de México en Rusia,
Pablo Lozano Lozano.
Durante la reunión, celebrada
en un ambiente de respeto, México agradeció la apertura de los servicios
veterinarios rusos y manifestó la transparencia de la autoridad sanitaria de
nuestro país para ofrecer garantías de inocuidad y sanidad de la carne
mexicana.
La autoridad rusa manifestó
que deberá cumplirse estrictamente la legislación de su país y la de Unión
Aduanera, que incluye a Bielorrusia y Kazajistán, con especial énfasis en
garantizar la trazabilidad de los equinos sacrificados para el abasto.
Por su parte, México insistió
en que es posible atender las exigencias del mercado ruso, en tanto se apeguen
a los criterios internacionales de desempeño de inocuidad y sanidad.
Entre los acuerdos derivados
de la reunión, el órgano desconcentrado de la SAGARPA resaltó que en el reporte
preliminar de la autoridad Rusa, emitido el 5 de abril, se establecen
observaciones de carácter general al sistema, que deben ser atendidas. En
tanto, cinco Establecimientos TIF que procesan carne de res, y cuatro de
equino, podrán seguir exportando, como hasta ahora, apegados en su totalidad a
los protocolos acordados desde 2010.
Rusia se comprometió a
entregar en mayo el resultado final de la revisión y la Embajada de México en
Rusia solicitó ante el Rosselkhoznadzor una reunión de seguimiento para
precisar los criterios que ese país aplicará para la atención total de las
observaciones de la auditoría
Ambas naciones acordaron el
intercambio técnico para homologar los métodos de análisis de sustancias
presentes en la carne.
En paralelo, empresarios y exportadores
mexicanos dialogaron con sus compradores de Rusia y la Unión Aduanera para
garantizarles la sanidad e inocuidad de sus productos y evaluar las condiciones
del mercado.
Cabe recordar que el Codex
Alimentarius es una colección de estándares que contiene códigos de
prácticas, guías y otras recomendaciones relativas a la producción de
alimentos. Este código es reconocido a nivel internacional y su objetivo es
proteger la salud de los consumidores, pues establece los lineamientos que
deben seguir todos los actores de la cadena alimentaria para garantizar
alimentos de calidad.