Palabras del Presidente de los
Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto, durante la 30 Asamblea
General Ordinaria del Consejo Nacional Agropecuario y Entrega del Premio
Nacional Agroalimentario, que tuvo lugar en esta ciudad
Muy buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Quiero agradecer la muy honrosa
invitación que el señor Presidente del Consejo Nacional Agropecuario me ha
formulado, para participar en la declaratoria inaugural de esta 30 Asamblea
General Ordinaria del Consejo Nacional Agropecuario.
Y en este acto, saludar al
Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; a Gobernadores de
distintas entidades del país; a los presidentes y dirigentes de distintos
organismos empresariales y de organizaciones, especialmente vinculadas al
sector agroalimentario de nuestro país.
Saludar a Senadoras y Senadores
de la República; a Diputados Federales; al señor Coordinador Parlamentario del
PRD, que está aquí presente; a muy distinguidas personalidades del ámbito
público y privado que hoy se congregan en este acto.
De manera muy particular, quiero
saludar a los representantes de las empresas galardonadas, premiadas y
reconocidas por su esfuerzo, por su modernización y contribución a la
generación de alimentos para nuestro país.
Señores representantes de los
medios de comunicación.
Señoras y señores:
En diciembre pasado, durante su
29 Asamblea General Ordinaria, expresé que la reactivación del campo sería una
de las mayores prioridades del Gobierno de la República.
El Presidente de este Consejo, al
escuchar su mensaje, así lo ha definido y así hemos coincidido.
Estamos de manera muy coordinada,
trabajando desde el ámbito público y privado, precisamente para hacer de este
sector uno mucho más sólido, moderno y sobre todo que contribuya de manera
relevante a la riqueza que nuestro país genera.
Y que, al hacerlo, permita
también que los mexicanos puedan tener a su alcance, a mejores precios, una
mayor diversidad de productos para su alimentación.
Lo dije, entonces, convencido de
que el desarrollo integral de la agricultura, la pesca y la ganadería es
indispensable para superar la pobreza e impulsar a México como una potencia
emergente.
Por ello, me comprometí a
trabajar al lado de ustedes, para construir juntos el nuevo rostro del campo
mexicano. Un campo más justo, productivo, rentable y sustentable, en beneficio
de todos los mexicanos.
A prácticamente un año de
distancia, puedo decirles que así hemos trabajado.
Hemos sumado esfuerzos para que,
siguiendo recomendaciones de distintos organismos internacionales, entre ellos
la FAO, haya más alimentos de origen nacional en la mesa de los hogares del
país y más productos agroalimentarios de México en el mundo.
Hemos puesto en marcha una
política agroalimentaria nacional, cuyo principal objetivo es lograr una
mayor producción de alimentos, a partir de una mayor productividad.
Estamos decididos a aumentar la
capacidad productiva de todos los productores del campo, independientemente de
su tamaño o de la región donde trabajen.
Y no sólo eso. También queremos
respaldarlos en la generación de ingresos a partir de un mayor apoyo para
agregarle valor a su producción y facilitar su comercialización en los mercados
nacionales e internacionales.
A fin de conciliar mayores
ingresos para los productores y mejores precios para los consumidores del país,
la clave está en la productividad agroalimentaria.
En este sentido, hemos asumido
dos compromisos estructurales:
El primero. Pasar de los
subsidios a los incentivos productivos. Estamos transitando de un enfoque
asistencialista, a una visión moderna del campo mexicano.
Y segundo. Estamos implementando
políticas públicas diferenciadas, a fin de apoyar con mayor eficacia tanto a
los productores de autoconsumo, que laboran en la agricultura de subsistencia,
como a quienes se dedican a la agricultura comercial con mayor potencial de
crecimiento.
A partir de estos cambios de
fondo, podremos lograr metas concretas, como las siguientes:
Aumentar la participación de
productos mexicanos en el consumo nacional.
Elevar la tasa de crecimiento del
Producto Interno Bruto de nuestro país, agropecuario y pesquero.
Lograr una balanza comercial
agroalimentaria superavitaria hacia el final de la Administración.
Y modernizar e incrementar la
superficie de riego de nuestro país.
Con el propósito de alcanzar
estas metas, la política agroalimentaria del Gobierno de la República contempla
las siguientes estrategias para elevar la productividad del campo:
Primera. Respaldo a los pequeños
productores.
La fragmentación del campo
mexicano en pequeñas parcelas es una realidad que no podemos soslayar o
ignorar.
Por ello, trabajamos para que los
pequeños y medianos propietarios eleven su producción y mejoren sus ingresos, a
partir de una mayor certeza jurídica de la tenencia de la tierra, y esquemas de
asociación como los clústers de agronegocios, empresas integradoras o la
agricultura por contrato.
Complementariamente, se está
transformando el PROCAMPO en el nuevo Proagro Productivo, que entregará apoyos
diferenciados y, sobre todo, vinculados a la productividad de nuestro país.
Segunda estrategia. Incrementar
la disponibilidad de fertilizantes mexicanos.
Actualmente, y esto quienes
producen en el campo lo saben muy bien, sólo 15 por ciento de los fertilizantes
que se utilizan en el país son de origen nacional.
Más grave aún es que gran parte
de los productores no tienen acceso a ellos por su elevado costo.
Por eso, un objetivo prioritario
dentro de la Reforma Energética, que se está discutiendo en el Congreso de la
Unión, así como de las inversiones en gasoductos, que ya se están realizando,
es detonar proyectos estratégicos para reactivar la producción de fertilizantes
en nuestro país.
Tercera estrategia. Facilitar el
uso de semillas mejoradas y asegurar la sanidad de los alimentos.
Con este fin, mejoraremos el
control sobre el origen y la calidad de las semillas que se utilizan en el
campo mexicano.
Queremos que éstas tengan el
mayor rendimiento posible, que sean más resistentes a plagas y enfermedades, y
cuenten con elevado contenido nutricional.
Igualmente, reforzaremos los
servicios de sanidad y calidad agroalimentaria, a fin de elevar su eficacia y
la oportunidad de los servicios que presta, en esta materia, la Secretaría del
campo de nuestro país.
Tenemos muy presente que
productos sanos protegen la salud de los mexicanos y abren mercados a nivel
mundial.
Por eso, señor titular de la
SAGARPA, Enrique Martínez, es importante que los servicios de sanidad, insisto,
que aquí ha recogido un reconocimiento y, sobre todo, la expectativa de que
estos servicios, realmente, se presten de manera muy eficiente, de manera
puntual y oportuna, para que realmente logremos el objetivo que en este punto
nos estamos trazando.
Cuarta estrategia. Incrementar el
riego en todo el país.
La productividad de un campo con
riego tecnificado es cuatro veces mayor que la de uno de temporal. Por ello,
durante esta Administración se están realizando importantes esfuerzos para
modernizar e incrementar la superficie de riego en el territorio nacional.
Como ejemplo de ello, justamente
hace dos días, en el Estado de Nayarit, anuncié la construcción del Canal
Centenario, que aprovechará el afluente del Río Santiago para incrementar en
esa entidad 50 mil hectáreas, la superficie de riego que nos hemos propuesto.
Además de un tema de
productividad, el riego tecnificado es un asunto de sustentabilidad, ya que
actualmente 75 por ciento del agua que se consume en el país es para
actividades agropecuarias y de ésta se pierde lamentablemente hasta la mitad.
Quinta estrategia. Mayor crédito
y servicios financieros para el campo.
Actualmente menos de 10 por
ciento de las unidades productivas del país tiene acceso a crédito. Debido a
ello, afrontan serios problemas para modernizarse y elevar su producción.
La Reforma Financiera, que confío
sea aprobada en breve, permitirá la actualización de la Banca de Desarrollo del
sector agroalimentario para brindar crédito oportuno y a tasas competitivas,
así como garantías adecuadas.
De manera complementaria, se
incentivará el establecimiento de una Banca especializada regional, de carácter
privado y de una bolsa mexicana agroalimentaria de futuros y físicos que el
país necesita y demanda.
Igualmente, seguiremos ampliando
los esquemas de aseguramiento que hemos puesto en marcha desde el inicio de
esta Administración.
Sólo por hacer referencia a lo
que se ha trabajado en este primer año: aseguramos, en lo que va de esta
Administración, 12.1 millones de hectáreas y casi 10 millones de cabezas de
ganado, lo que representan incrementos de 30 por ciento y 40 por ciento en
relación con el año anterior, respectivamente.
Sexta estrategia. Sincronizar la
oferta y demanda de productos agropecuarios.
En el campo, como el Presidente
de este Consejo hace un momento lo refiriera en el claro y preciso diagnóstico
que hizo de la condición que tiene nuestro país y de la gran oportunidad que
tiene México para realmente ser un gran productor de alimentos para el mercado
nacional y para el mundo entero, el campo vive una paradoja, ya que una mayor
producción no necesariamente se refleja en mayores ingresos para quienes se
dedican a él y tampoco se traduce en precios más bajos para los consumidores
finales.
Para resolver este problema es
indispensable trabajar en el adecuado funcionamiento de los mercados
agropecuarios y tomar medidas para equilibrar la demanda y oferta de alimentos.
En este sentido, se está
desarrollando una moderna red nacional de logística agroalimentaria. Y además,
la SAGARPA y la Secretaría de Economía están creando un sistema de información,
o como ellos le han denominado ya, un tablero de control que permita a
productores y autoridades tomar decisiones, a fin de evitar escasez o
sobreoferta de algún producto.
Y, finalmente, una séptima
estrategia es contar con un moderno marco legal para dinamizar el sector
agroalimentario de nuestro país.
Quiero compartirles que el
Gobierno de la República está determinado a impulsar el próximo año una gran
reforma del agro mexicano.
Con el respaldo de los
Legisladores, actualizaremos y simplificaremos las leyes relacionadas con el
campo y la industria agroalimentaria.
Queremos poner al día las normas
y reglamentos del sector, para incentivar las inversiones, generar más empleos
y elevar su productividad.
Con base en el diálogo y la
corresponsabilidad entre el Gobierno de la República y las organizaciones
campesinas de productores y, desde luego, de emprendedores, como ustedes,
construiremos los acuerdos necesarios para la transformación integral del
sector rural.
Con su apoyo, elevaremos la
productividad.
Queremos que esto incida de
manera tangible y, sobre todo, de raíz, en la reducción de la pobreza que
lamentablemente se vive en el medio rural, y fortalecer la seguridad
alimentaria.
Nuestro esfuerzo deberá
significarse por una verdaderamente transformación del agro en todo el país.
He venido señalando de manera
reiterada que el esfuerzo y la gestión de este Gobierno es uno que quiere
realmente transformar, que quiere modernizar y quiere incidir en los distintos
ámbitos de la vida social y económica de nuestro país, para que México pueda
despuntar y lograr un mayor crecimiento, a partir de su enorme potencial.
Y en todos los ámbitos hemos
venido impulsando reformas transformadoras.
Por eso, este sector, y éste es
compromiso del Gobierno de la República y espero sea compartido por los
otros Poderes de la Unión, particularmente el Legislativo, podamos
acompañar este esfuerzo transformador para realmente hacer del campo, de la
pesca, de la ganadería, un sector mucho más productivo y, sobre todo, que
genere mayor producción, más cantidad de alimentos, una mayor participación en
el mercado nacional y, también, en los mercados internacionales.
Ese es el objetivo. Y estoy
seguro que en la modernización del andamiaje jurídico que estemos impulsando,
lo habremos de lograr.
Señoras y señores:
En el campo mexicano estamos
sembrando una nueva semilla de esperanza, compromiso y trabajo corresponsable.
Con la política agroalimentaria que estamos impulsando, estamos claros que
todos ganan.
Ganan los agricultores, ganaderos
y pescadores, porque podrán elevar su producción y, sin duda, consecuencia de
ello, mejorar sus ingresos.
Ganan los emprendedores, porque
podrán generar cadenas de alto valor agregado y conquistar nuevos mercados con
productos de excelencia.
Ganan los consumidores, porque
podrán llevar a su hogar más alimentos de mayor calidad y a mejores precios.
Ganan, también, las regiones y
los estados, porque podrán generar nuevas oportunidades de desarrollo en sus
territorios. Y, sobre todo, gana México porque se fortalecerá la seguridad
alimentaria y la soberanía nacional.
Como Presidente de la República,
seguiré siendo un aliado de los productores y emprendedores del campo.
Los logros de los integrantes del
Consejo Nacional Agropecuario demuestran que el campo mexicano es capaz de
competir y tener éxito en los mercados más exigentes.
Por eso, quiero ante ustedes
refrendar lo que desde el inicio de la Administración compartí, precisamente,
con el Presidente de este Consejo, que fue, precisamente, el mismo mes de
diciembre que tomó las riendas de esta organización empresarial, de esta
organización agroalimentaria del país.
Entonces, señalé que tendrían,
como ha venido siendo y agradezco el testimonio que aquí ha dado el Presidente
de este Consejo, y como sé tendrá muchos más que acrediten que éste es un
Gobierno aliado del sector agroalimentario del país, que estamos decididos a
impulsar la transformación, la modernización, la innovación y, sobre todo,
alcanzar las metas en las que todos coincidimos: tener un campo, un mar, o el
desarrollo pesquero y una ganadería mucho más productiva, mucho más fructífera,
y que sea el rostro de modernidad, el rostro de cambio y de transformación que
México está experimentando.
Hago votos porque los trabajos
que lleva a cabo esta Asamblea General Ordinaria, realmente aporten importantes
ideas a lo que juntos estaremos trabajando en favor de este sector.
Muchísimas felicidades.
Y si me lo permiten, voy a
proceder a la declaratoria de inauguración de esta 30 Asamblea General
Ordinaria del Consejo Nacional Agropecuario.
En México, Distrito Federal, hoy,
6 de noviembre de 2013, me es muy grato declarar inaugurada la Trigésima
Asamblea General Ordinaria del Consejo Nacional Agropecuario, con la certeza de
que sus reflexiones y propuestas contribuirán a construir un campo más justo,
productivo, rentable y sustentable para el país; mayores logros en el actividad
pesquera y ganadera, y que todo ello sea parte del éxito que queremos lograr
juntos en favor de México.
Muchísimas felicidades.