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El comisionado Mario Aguilar Sánchez encabezó la participación de la
delegación mexicana en el XXXI periodo de sesiones del Comité de Pesca de la
FAO, instancia ante la que ponderó que los aranceles que se aplican al comercio
de los productos pesqueros, representan factores que llegan a inhibir el
intercambio comercial.
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En la gira de trabajo, el titular de la CONAPESCA se reunió con los
directores general de la FAO, José Graziano Da Silva, y en dos ocasiones con el
de Pesca, Arni M. Mathiesen; se acordaron dos encuentros regionales, el primero
será en cuatro semanas y con la participación de dirigentes del sector pesquero
nacional; el segundo será este año, con fecha aún por definir.
Al concluir su participación en el XXXI periodo de sesiones
del Comité de Pesca de la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO), el titular de la Comisión Nacional de
Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), Mario Aguilar Sánchez, manifestó, a nombre de
la delegación de México, su respaldo a las nuevas directrices para lograr la
sustentabilidad de la pesca en pequeña escala, en el contexto de la seguridad
alimentaria y la erradicación de la pobreza, que fueron adoptadas por el
organismo internacional.
Al celebrar la adopción y
formalización por parte de la FAO de las directrices que inciden en el
desarrollo regional, la delegación mexicana solicitó que esta declaración quede
incluida en el informe del Comité, tras considerar que “es importante reconocer
que para asegurar la sustentabilidad de los recursos deben tomarse medidas de
conservación que en ocasiones impactan negativamente a las comunidades de
pescadores, por lo que es necesario adoptar mecanismos de compensación
económica”.
El comisionado nacional de Acuacultura
y Pesca, al encabezar la misión de México a estas sesiones, se reunió con los
directores general de la FAO, José Graziano Da Silva, y en dos ocasiones con el
de Pesca, Arni M. Mathiesen, con quien acordó la próxima realización de dos
encuentros regionales, uno de ellos dentro de cuatro semanas y que contará con
la participación de dirigentes del sector pesquero nacional; el segundo también
en este año, con fecha aún por definir.
El titular de la CONAPESCA sostuvo en
la sede de la FAO reuniones bilaterales y multilaterales con los viceministros
de Guatemala, Perú, Chile, Honduras y Japón, en los que se analizó la
problemática y coincidencias en materia pesquera de las respectivas regiones.
Durante su participación en mesas de
trabajo del Comité de Pesca de la FAO, se informó que México promueve
laboratorios privados productores de semilla, con estricto apego sanitario y
cuidado ambiental.
“Nuestro país está impulsando granjas
integrales donde podamos producir una diversidad de alimentos para el sustento
alimentario de las familias rurales”, reiteró Mario Aguilar.
En otra mesa de trabajo se abordó el
tema del Comercio Pesquero, el cual fue calificado por el titular de la
CONAPESCA como “una de las tareas más importantes de la FAO” por la temática
que incluye: Subvenciones, Ecoetiquetado, Acceso a Mercados, Trazabilidad y
Consumo.
Al respecto, el posicionamiento de
México es de apoyo a que se continúe analizando el tema de subvenciones a la
pesca en los foros apropiados que son la FAO y la Organización Mundial del
Comercio (OMC), “pero que se haga de manera integral, revisando todas las
subvenciones que incidan negativamente en la pesca y no sólo algunas de ellas,
selectivamente”.
La delegación mexicana señaló en la
declaración correspondiente que, “con respecto al examen de los requisitos para
el acceso a mercados, reconocemos la importancia de continuar trabajando en la
mejora de la inocuidad y la coordinación de la FAO con la Organización Mundial
de la Salud (OMS); no obstante que es una asignatura pendiente del Subcomité
del Comercio Pesquero, el analizar comparativamente los aranceles que se
aplican al comercio de los productos pesqueros, que en ocasiones inhiben dicho
intercambio comercial”.
En la declaración que se pidió conste
en actas, se agrega que “nos sumamos al sentir del Subcomité sobre el riesgo de
que los sistemas de ecoetiquetado constituyan restricciones al comercio. Es
necesario aumentar la investigación sobre los efectos del ecoetiquetado en la
sostenibilidad de las pesquerías, pues en ocasiones además de barreras
injustificadas al comercio, crean un incentivo a la depredación de los ecosistemas
y ser discriminatorias, difícil de verificar y poco transparentes, según
determinó la OMC”.
El titular de la CONAPESCA consideró
que es un hecho la proliferación de ecoetiquetados, que cuando están bien
construidos y basados en evidencia científica y documental sólida pueden ser
herramienta útil para la sustentabilidad, pero “nos preocupa la utilización de
etiquetados carentes de una base biológica, científica o metodológica robusta,
lo cual fue una de las razones por la que la FAO dio unas directrices que
disciplinarían tanto las certificaciones como los ecoetiquetados”.
Finalmente, se estableció que México
respalda y estima necesario robustecer el trabajo y responsabilidades del
Subcomité de Comercio Pesquero de la FAO y agradeció al Reino de Marruecos su
ofrecimiento de hospedar la décimo quinta reunión.
En otra de las mesas de trabajo del
Comité de Pesca de la FAO, la delegación mexicana reiteró que la acuacultura es
la actividad que proporcionará los grandes volúmenes de alimentos que se
demandan, aunque tal desarrollo expone a esta actividad a ser impactada por
enfermedades en varios cultivos.
Refirió el comisionado que, en los
últimos años, la camaronicultura ha sido significativamente afectada, en Asia
primero y en América después, con lo que se conoce como síndrome de muerte
temprana y no es la primera ocasión que el cultivo de camarón enfrenta graves
enfermedades.
Por ello, “México propone que el
Subcomité aborde de manera permanente y estratégica el tema sanitario para
establecer directrices que minimicen los problemas de enfermedades”, con la
adopción de medidas armónicas por regiones, indicó el titular de CONAPESCA.
Abundó que en actividades acuícolas es
necesario considerar entre las amenazas para la actividad pesquera a las
especies exóticas invasoras no comerciales, que pueden impactar negativamente a
pesquerías establecidas, como es el caso de la tilapia, afectada por la
invasión del pez diablo (plecustomus).
Por lo anterior, en el encuentro se
alertó sobre el riesgo que representa la promoción de la acuacultura
basada en especies exóticas, principalmente en la biodiversidad nativa y las
posibles consecuencias ambientales; cualquier actividad que se realice debe
basarse en el enfoque por ecosistemas, de lo contrario se pondrá en riesgo el
abastecimiento de bienes y servicios que sustentan en particular a las
comunidades rurales.
Otro tema abordado fue el de los
residuos generados por la actividad pesquera, que generan problemas ambientales
y socioeconómicos, por lo que debe ser atendido en forma integral y sustentable
a fin de proponer alternativas para su adecuada gestión.
Al analizarse lo relacionado con la
degradación genética de los cuerpos de agua continentales, lo que representa
una disminución de producción y calidad, la postura de nuestro país fue en el
sentido de que debe realizarse la resiembra segura con especies nativas y
evitar la introducción de otras que pongan en riesgo nuestros recursos.