· Con
base en un estudio del INIFAP, organismo dependiente de la SAGARPA,
se ofrecería a los pequeños productores alternativas para la
alimentación animal y reducir costos de producción.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural,
Pesca y Alimentación desarrolla un sistema de alimentación para la lechería
familiar en la región centro de México, que incluye la utilización de
subproductos agrícolas y una dieta balanceada para hacer más eficiente la
producción en pequeñas unidades pecuarias y de traspatio.
Con base en el estudio realizado en el Centro de
Investigación Regional Centro del Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), en Tlaxcala, el objetivo es
proporcionar a los productores nuevas alternativas para la alimentación animal,
a fin de incrementar la rentabilidad de sus unidades de producción en la
región centro del país y que se mantengan en esta actividad.
Esto, explica el estudio, permitirá al productor ser
autosuficiente en la producción de alimentos a menor costo, principalmente en
áreas forrajeras con alto potencial productivo por hectárea, así como optimizar
sus recursos en la obtención de leche y realizar un almacenaje de alimentos
para hacer viable su sistema productivo.
Lo anterior, debido a que la alimentación representa el
mayor costo de producción en esta actividad (entre el 55 y el 80 por ciento del
total de los gastos generados), por lo que al reducir o controlar los costos de
alimento se potencializa su rentabilidad, señala el estudio “Alternativas de
Alimentación para el Sistema de Lechería Familiar en la Región Centro de
México”.
Para ello, recomienda el INIFAP, es necesario maximizar el
uso de forrajes, así como el aprovechamiento de leguminosas y pastos de alta
calidad, que representan una fuente adicional de proteína, energía, fibra y
minerales.
El estudio, hecho junto con la Fundación Produce Tlaxcala
–encargada de instrumentar las acciones- señala que las dietas deberán ser
balanceadas en relación a los requerimientos de nutrientes, acorde a su fase
productiva (postdestete, vaquillas en desarrollo y gestantes), a fin de que los
bovinos adquieran los sustentos necesarios para la producción de leche,
de una manera eficiente y a bajo costo para potencializar el margen de
ganancia.
“La gran disponibilidad de residuos agrícolas y
subproductos industriales que pueden ser utilizados para alimentar al ganado
lechero son alternativas que pequeños y medianos productores agropecuarios
pueden aprovechar mejor. El cultivo del maíz es el que contribuye con mayor
cantidad de material, pero además existe un volumen importante de pajas de
sorgo, trigo, frijol, arroz, cebada, soya, cáscara de algodón y subproductos de
la industria azucarera, como melaza, puntas de caña y bagazos”, concluye la
investigación.
El uso de estos insumos como estrategia de alimentación
puede elevar la relación costo beneficio por vientre, triplicando incluso el
margen de ganancia, lo que en el caso de las unidades de baja eficiencia, por
el poco margen de utilidades, resulta vital para mantenerse activas.
Cabe señalar que los sistemas de producción familiar o de
traspatio emplean la mano de obra de los integrantes del núcleo y se limita a
pequeñas extensiones de terreno. En el país, esta actividad contribuye con
cerca de la tercera parte de la producción nacional.
La producción de traspatio predomina en los estados de
Tlaxcala, Hidalgo, México, Puebla, Querétaro y Guanajuato, y representan
alrededor de 235 mil unidades con una producción media diaria de cuatro
millones 311 mil litros de leche.
Con base en estadísticas del Servicio de Información
Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), organismo de la SAGARPA, la producción
promedio anual de leche de bovino en el país oscila en los 10 mil 650 millones
de litros, en los últimos tres años.
En el periodo enero-noviembre de 2012, fueron producidas 10
mil 198 millones de litros, lo que representa una producción promedio mensual
de 927 millones 124 mil litros.