• El Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) desarrolló una guía de producción
ovina basada en la conservación de los recursos naturales para dar valor
agregado a esta actividad.
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,
Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) desarrolló una guía de ovinocultura ecológica,
con el objetivo de crear un equilibrio entre la disponibilidad de los recursos
naturales y la generación de alimentos inocuos y con un valor agregado.
A través de un estudio realizado por el organismo de la
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(SAGARPA), realizado en el Centro de Investigación Regional del Noreste -en La
Paz, Baja California Sur- se busca una producción animal ecológica, basada en
el uso racional de recursos renovables para mantener un equilibrio con los
sistemas de producción pecuaria.
De acuerdo con el INIFAP, se recomienda un manejo holístico
(integral) y sustentable, ya que esto permite darle un valor agregado a la
producción ovina y minimiza el impacto ambiental, lo que beneficia directamente
a los productores.
Los investigadores del Instituto que elaboraron esta guía
básica de “Ovinocultura, Alternativa de Diversificación Productiva:
Procedimientos y Tecnologías”, detallan que el esquema orgánico se caracteriza
por producir carne libre de químicos y por el uso racional de los
recursos naturales disponibles en las zonas de pastoreo.
Mediante acciones enfocadas a la reforestación, uso y
conservación de agua, rotación de áreas de pastoreo y producción de forrajes,
se promueve un equilibro ambiental, así como la independencia de insumos
externos para la actividad.
Además, una de las ventajas de la ovinocultura ecológica u
orgánica es que garantiza carne saludable, lo que genera un valor agregado al
productor. Esto permite, con una certificación de “unidad de producción
orgánica”, ofertar productos de alto valor en los mercados nacional e
internacional.
Para las áreas de pastoreo y producción de forraje, el
INIFAP recomienda el mantenimiento de la cubierta vegetal en buenas
condiciones, con una estrategia de mejora de la productividad del rancho y la
conservación de los recursos naturales, combinada con prácticas de uso
sustentable de suelo y agua.
Lo anterior, junto con acciones de manejo de pastoreo, el
cual deberá ser acorde con la disponibilidad de forraje para evitar la pérdida
de vegetación y la rotación de potreros, a fin de reducir la sobreutilización
de plantas y disminuir la compactación y degradación del suelo.
Asimismo, se requiere de una revegetación y reforestación de
los agostaderos con la siembra de hierbas y zacates, lo que incrementa la
producción de forraje. También se recomienda el establecimiento sistemas
agroforestales (árboles y arbustos) en las áreas ganaderas y agrícolas.
En lo que corresponde a las obras de conservación de suelo y agua, éstas
previenen la perdida de suelo y cubierta vegetal, mediante muros, ollas o
bordos para crear reservas de agua.
Con base en estadísticas del Servicio de Información
agroalimentaria y Pesquera (SIAP), organismo de la SAGARPA, la producción
promedio anual de ovinos es de alrededor de 55 mil toneladas; hasta noviembre
de 2011 se llevaba un avance de 52 mil 234 toneladas de este producto disponible
para consumo.
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