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Este Componente opera en dos vertientes de apoyo - pequeños productores
y alta productividad- y tiene presencia en 24 entidades: Chiapas, Campeche,
Chihuahua, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco y
Michoacán, entre otros.
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En lo que va del año, se lleva un avance de 90 por ciento en la entrega
de los recursos autorizados en beneficio de más de 145 mil productores, con una
superficie superior a las 350 mil hectáreas.
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En lo que corresponde al acompañamiento técnico se cuenta con un equipo
de 721 profesionales del sector agrícola.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural,
Pesca y Alimentación (SAGARPA) ha canalizado mil 384 millones de pesos, a
través del Programa de Incentivos para Productores de Maíz y Frijol (PIMAF),
para impulsar a agricultores, principalmente de los municipios de alta y muy
alta marginación incluidos en la Cruzada Nacional contra el Hambre.
En lo que va del año, se lleva un avance de 90 por ciento en
la entrega de los recursos autorizados para el PIMAF (un total de mil 519 mdp),
en beneficio de más de 145 mil productores, con una superficie superior a las
350 mil hectáreas.
Este Componente opera en dos vertientes de apoyo, pequeños
productores y de alta productividad, y tiene presencia en 24 entidades:
Chiapas, Campeche, Chihuahua, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo,
Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quinta
Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz,
Yucatán y Zacatecas.
La primera línea de operación está dirigida a pequeños
productores de hasta tres hectáreas, establecidos en municipios de alta y
muy alta marginación donde se busca garantizar el abasto de maíz y frijol a la
largo del año; para ello, se otorgan paquetes tecnológicos, integrados por
semillas, insumos de nutrición vegetal y de control fitosanitario.
Los paquetes tecnológicos entregados a los agricultores son
avalados por el Instituto Nacional de Investigaciones, Forestales,
Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
En el caso de la vertiente “Alta Productividad”, este tiene
como objeto impulsar los cultivos de maíz y frijol, en zonas caracterizadas por
un alto potencial de producción.
Lo anterior incluye consultoría especializada, que permite
una acertada aplicación de nutrientes, a través del estudio y análisis de
suelo, así como acompañamiento técnico.
Esta parte del PIMAF se trabaja en conjunto con la
participación de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural,
Forestal y Pesquero, institución que otorga créditos a los agricultores.
En lo que corresponde al acompañamiento técnico, se cuenta
con un equipo de 721 profesionales del sector agrícola.
El PIMAF se alinea con los objetivos del Plan Nacional de
Desarrollo para potencializar zonas con características agroclimáticas
similares, y el aprovechamiento de economías a escala, a través de la creación
de polos de desarrollo.
Este Componente también fomenta la inclusión y adopción de
innovaciones tecnológicas que impulsan la productividad, el desarrollo de las
capacidades de los agricultores y minimiza pérdidas postcosecha.