DELEGACIÓN GUANAJUATO

La Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), es una dependencia del Poder Ejecutivo Federal, que tiene entre sus objetivos propiciar el ejercicio de una política de apoyo que permita producir mejor, aprovechar mejor las ventajas comparativas de nuestro sector agropecuario, integrar las actividades del medio rural a las cadenas productivas del resto de la economía, estimular la colaboración de las organizaciones de productores con programas y proyectos propios.

jueves, 1 de octubre de 2015

La acuacultura de especies nativas, opción viable que puede contribuir a su preservación.

Dado el incremento de productos acuáticos a nivel mundial, y al hecho de que la  mayoría de las pesquerías de especies de alto valor económico se encuentran a niveles de máximo  rendimiento o incluso con claros signos de sobreexplotación, la acuacultura se ha convertido en la opción natural para  aportar  el volumen adicional que la población  demanda.

Sin embargo, los esfuerzos de producción  se han concentrado en  algunas especies para las que se  ha desarrollado  la biotecnología para su cultivo,  es decir, para la que se cuenta ya con el “Know how” al que de manera reiterada hacen referencia los inversionistas internacionales.

Esto implica que en espacios geográficos distintos a su  distribución natural,  se tengan  proyectos acuícolas engordando especies, que son ajenas a los ecosistemas naturales en los que se implementan.

México es un claro ejemplo de éste fenómeno. La gran mayoría de los proyectos de engorda de langostinos, que son  crustáceos decápodos carídeos, se efectúa utilizando langostino malayo Macrobrachium rosenbergii, cuya distribución natural se encuentra en el sureste asiático. Lo anterior, no obstante existen varias especies de langostinos nativos mexicanos, pero que no han sido domesticadas, no se tiene una fuente confiable de  cantidades suficientes de postlarvas producidas en laboratorio, no se conocen  totalmente sus necesidades nutricionales,  etc.

Las tilapias del género Oreochromis son otro ejemplo. Se trata de peces cíclidos de origen africano, cuyo cultivo es ahora tan común a nivel mundial, que varias revistas del medio se refieren a la especie como “wáter chicken” o gallina de agua, debido a los altos rendimientos (tasas de conversión alimenticia) que se logran con algunas de las variedades desarrolladas, para las distintas condiciones medioambientales en las que se cultivan, distintas a las que la especie afronta en su nicho ecológico original. Así,  tenemos variedades que soportan una temperatura menor del agua de cultivo,  otras que se seleccionaron por el color de la piel, otras desarrolladas específicamente para su engorda en agua salada,  etc.

El reto para la acuacultura nacional está en desarrollar la biotecnología para especies nativas de alto valor económico, a efecto de contribuir en primera instancia,  a reducir la presión que las actividades de pesca tienen sobre las mismas, para luego efectuar acciones de repoblamiento.

Especies como la totoaba, Totoaba macdonaldii y el pargo flamenco Lutjanus guttatus son un buen ejemplo de esta ventana de oportunidad.

Ambas especies son nativas mexicanas, del litoral pacífico, restringiéndose la zona de reproducción de la totoaba al Golfo de California, específicamente a la zona del alto golfo, cercana a la desembocadura y delta del río Colorado, a donde migran cada verano los organismos adultos.

El caso de la totoaba es muy interesante, pues se encuentra vedada de forma permanente su pesquería desde 1975, debido a su sobreexplotación, cuya máxima producción registrada es del año 1942, con 2,261 toneladas.
Se trata de un pez de la familia Scianidae, que alcanza  gran talla (de hasta 2 metros de largo) cuya vejiga natatoria, que es un órgano interno en forma de saco que es usado para regular su flotabilidad (referida en el mercado como buche) tiene un altísimo precio debido a la demanda que compradores asiáticos tienen de la misma, para ser usada en la elaboración de un platillo tipo sopa, denominado "Seen Kow" de tradición china, por el cual algunas personas llegan a pagar hasta un mil quinientos dólares por cada plato en los mercados asiáticos. Este alto precio, ha generado un mercado negro en el que participan pescadores mexicanos, así como una red de tráfico de los citados buches hacia los Estados Unidos, desde donde una vez secos, son exportados ilegalmente a Asia.

La Universidad Autónoma de Baja California a través de su Unidad de Biotecnología en Acuacultura, ha continuado los esfuerzos  iniciados  desde hace más de 14 años para lograr la reproducción en cautiverio de la especie, logrando a la fecha contar con datos que permiten la inducción a la maduración gonadal a través de técnicas de manipulación que utilizan  estímulos foto-térmicos que simulan las condiciones medioambientales naturales en las que  dicha fase de vida de los peces sucede. Incluso, gracias a avances en el conocimiento nutricional de los organismos  se  sabe que tienen el potencial los organismos de la especie de alcanzar hasta 50cm de longitud en un año. De hecho,  ya se ha efectuado la liberación de más de 10,000 juveniles de 4 meses de edad al alto golfo de California.

Para el pargo flamenco, ya se han hecho engordas piloto a escala comercial, usando jaulas flotantes de 15 metros de diámetro y 5 metros de profundidad, ubicadas cerca de la  costa, lográndose con 210 días de cultivo a partir de crías de 13.8 gramos,  organismos con peso individual promedio de 345 gramos, para una biomasa total de cosecha de  10.8 toneladas  por jaula, con tasas de sobrevivencia del 99% y factor de conversión alimenticia de 1.61, suministrando alimento balanceado con 50% de proteína cruda y 12% de lípidos crudos.

La diversificación en la acuacultura, evitará problemas de saturación de los mercados locales, que inevitablemente generan la caída de los precios, en perjuicio de los productores.

Para lograr que se haga realidad la acuacultura comercial de especies nativas,  será necesario el brindar apoyo no solo a los  investigadores, que generarán la información técnica necesaria,  sino en especial a los pequeños productores locales, para que en conjunto logren una capacidad de producción lo suficientemente grande que les permita  alcanzar economías de escala para abaratar el costo de sus insumos, así como  para ofertar los volúmenes que  normalmente  exigen las cadenas departamentales para sus  establecimientos.


De manera paralela, habrá que obtener certificaciones internacionales en materia de sanidad e inocuidad, para poder exportar de manera rutinaria los productos y subproductos  de alto valor que los nichos de mercado internacionales demandan.

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