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Representa un producto viable para el noroeste del país por sus
características que lo hacen tolerante a bajas temperaturas, la utilización de
menos agua y su alta demanda en la industria nacional.
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En el Valle del Yaqui se establecieron dos mil hectáreas de siembra con
resultados sobresalientes, pues en comparación con el trigo -el cultivo
predominante en esta zona productora-, se tuvo una disminución del 50 por
ciento en los riegos.
El cultivo de girasol representa
una alternativa de siembra viable para el noroeste del país por sus
características que lo hacen tolerante a bajas temperaturas, la utilización de
menos agua y su alta demanda en la industria nacional, señalan especialistas del
Instituto Nacional de Investigación Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
Ante productores, técnicos,
estudiantes y representantes de empresas del ramo agroindustrial que asistieron
a la demostración de girasol en las parcelas experimentales Valle del Yaqui,
Sonora, el investigador del programa de Oleaginosas del Campo Experimental
Norman E. Borlaug (CENEB), Nemecio Castillo Torres, consideró a este cultivo
como una opción real para la diversificación del padrón de cultivos a nivel
regional.
Indicó que en el Valle del Yaqui,
en 2015, se establecieron dos mil hectáreas de siembra con resultados
sobresalientes, pues en comparación con el trigo -el cultivo predominante en
esta zona productora-, se tuvo una disminución del 50 por ciento en los riegos.
El investigador del INIFAP
–órgano desconcentrado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA)- señaló que el cultivo de
girasol puede ser utilizado para la producción de aceite o como forraje.
Comentó que su costo de producción
es similar al cártamo, es decir, oscila entre los 11 y 12 mil 500 pesos por
hectárea.
Además, no se tienen que hacer
tantas aplicaciones para el control de la falsa cenicilla u otras enfermedades,
y en un buen ciclo se pueden llegar a obtener hasta tres toneladas por hectárea
en cosecha, detalló.
El productor cooperante en
diversos experimentos del CENEB, Adolfo Banda Duarte, consideró que el cultivo
de girasol en una opción más que deben tomar en cuenta los productores del
Valle del Yaqui para diversificar el mosaico actual de cultivos.
“Los productores deben inclinarse
por la siembra que más se adapte a los tiempos actuales y a su vez evitar
contaminantes químicos que afectan al medio ambiente y en este caso, esta
oleaginosa cumple con estos parámetros”, reiteró.
Anualmente, de acuerdo con el
Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en México se
producen 16 mil 558 toneladas de girasol para la industria con un valor
comercial de 98.7 millones de pesos.
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